¡Hola a todos! Hoy es 19 de diciembre, un día insípido donde el invierno avisa de su llegada con un frío que pela a tres días para el solsticio. Hace tiempo, os descubrí a Dumas, un genio literario francés. Hoy os hablaré de otra gran figura aunque de otra disciplina, de un campo del que bien podría decirse que fue su iniciador. Os hablo de Gregor Mendel, el padre de la genética, y me gustaría exponeros sus investigaciones de la forma más entendible posible.
Gregor J. Mendel fue un monje austríaco del siglo XIX, quien cruzando plantas de guisantes, realizó una serie de investigaciones que permitieron conocer mejor el patrón de la genética. A partir de sus estudios, enunció tres leyes o principios básicos que nos permiten predecir como será físicamente un nuevo individuo examinando a sus progenitores.
Para llegar a estas leyes, se valió de 4 tipos de guisantes: verde liso, verde rugoso, amarillo liso y amarillo rugoso. Fecundó gametos femeninos de cada especie con gametos masculinos, obteniendo los siguientes resultados:
A partir de esos resultados, concluyó con los 3 famosos principios:
1. Ley de uniformidad
Al cruzarse dos razas puras, los descendientes de la primera generación serán todos iguales entre sí (tanto física como genéticamente) a uno de los progenitores.
Ejemplo: Guisante verde liso + Guisante verde liso = Guisante verde liso
2. Ley de segregación
Los factores genéticos y físicos que se transmiten de una generación a la siguiente, se combinan completamente al azar para caracterizar al nuevo individuo.
Ejemplo: Guisante verde liso + Guisante amarillo rugoso = Guisante al azar
3. Ley de segregación independiente
Los patrones de herencia se heredan independientemente unos de los otros, es decir, no se afectan entre ellos (esto sólo se da en organismos cuyos genes no estén ligados).
Ejemplo: El patrón de rugosidad no influye ni es afectado por el patrón de color.
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