lunes, diciembre 12, 2011

El don de ser omnívoro

He vuelto con ganas, así que ahora otra entrada, y esta, de biología, ¡toma ya! Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años gracias a que un asteroide aterrizó en nuestro planeta dejando humo y ceniza por doquier y sumiendo al globo en un infierno de altísimas temperaturas durante un breve pero drástico período, pero nunca te has preguntado ¿cómo es posible que los fuertes dinosaurios se extinguieran y los débiles mamíferos salieran adelante?
La respuesta no es fácil, y más si supieras que los dinosaurios soportan mucho mejor el calor que los mamíferos. Pensadlo bien, tras el impacto, el planeta se transforma en un horno calcinando toda vegetación, hecho que desembocó en la extinción de casi toda la población herbívora de la Tierra. Si esto a su vez, implica la falta de alimento para las especies carnívoras, entonces... ¿Cómo es que seguimos aquí y otros como los dinosaurios no?
Hace 65 millones de años, entre el Cretácico y el Terciario, antes de que el asteroide de 10 kilómetros de diámetro colisionase en la Península de Yucatán, había especies de mamíferos que dada su debilidad frente a los colosos, se refugiaban en madrigueras subterráneas y zonas acuáticas. Mientras muchas especies morían en horas en el exterior, algunos de estos mamíferos lograron aguantar a duras penas el fuerte calor bajo tierra o agua.
Al no haber vegetación, les salvó el ser omnívoros, ya que lograron subsistir comiendo insectos. Ese factor fue decisivo, ya que en cavernas, gracias a los insectos de los ríos subterráneos y la escasa vegetación de musgos de los rincones, lograron el milagro de sobrevivir varios años hasta que el exterior iba adquiriendo su clima y condición original. De esta forma, todas las especies no subacuáticas y no omnívoras (como los invencibles dinosaurios) fueron exterminados mientras nosotros logramos salir adelante.

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